Se dice que su proa,
desde las profundidades, abre las olas y su velamen, luminiscente, cargado de
luces de San Telmo, opaca el brillo tras la tormenta.
Navegando a todo trapo,
bordeando la costa quebrada, va en busca de pescadores, o de sus hijos, para,
en una distracción, integrarlos en su tripulación de espectros deformes y
malditos por toda la eternidad.
Chiloé, la tierra maga,
al sur del Sur del mundo, es la cuna del Caleuche, el barco de arte, o
brujo, que carga en su velamen de fantasía, con las creencias y supersticiones
de todo un mundo maravillante habitado por duendes, sirenas, espíritus de las
aguas y de los bosques.
En la Tierra
de las Gaviotas pequeñas, que es lo que significa la palabra Chilwe, Chiloé en
español, "El Caleuche" es la suma de la magia del Fin del Mundo, que cada noche
de temporal, o de luna plena, aparece desde el mar profundo con Rumbo al Sur