I
Cuando todo se vaya: Galardones, dignidades, famas. Cuando ya no esté ni el
hombre,
ni la madera,
los huesos
o las descendencias.
Cuando no seamos ni una invocación,
un juramento o alabanza. Cuando ni la soberbia,
ni el orgullo, las falsas morales, o las famas.
Existiremos
en las arenas,
en las rocas/piedras,
O en los astros hundidos
en
la perpetua noche/silencio del Vacío.
II
Cuando
ni
siquiera los nombres.
O
los dioses.
Las naciones. Cuando ni volcanes, ni playas,
ni mareas sean. Cuando ya no hayan fuegos/lavas,
ni vientos/lluvias. Cuando
todo se haya ido. Ídolos, amores, o los muertos. Cuando
solo las piedras sean el mundo.
Existiremos
en las arenas,
en las rocas/piedras,
O en los astros hundidos
en
la perpetua noche/silencio del Vacío.
III
Cuando en la soledad perenne de las estepas de la Tierra
solo estén las rocas, los minerales, los cristales,
en ellos estará escrita toda la vieja,
la anciana invención de aquellos inmortales,
de los eternos,
los supremos amos que fuimos de la Tierra ,
y ya no seremos. Solo:
Existiremos
en las arenas,
en las rocas/piedras,
O
en los astros hundidos
en
la perpetua noche/silencio del Vacío.
IV
Cuando
ya
no seamos más que sombras, fantasmas. Cuando
bajo la desnuda noche de los no siglos solo exista
el silencio de los astros flotando en el cielo.
Cuando
solo esto sea la única verdad, estarán las piedras
con toda la Historia signada
en las memorias de si mismas.
VI
Cuando ya no seamos ni recuerdos, ni sombras existiremos
en las arenas,
en las rocas/piedras,
O en los astros hundidos
en la perpetua noche/silencio del Vacío.
Los Troncos, La Cisterna
Santiago de Chile
Octubre 2014.
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